martes, 30 de julio de 2013

Editorial Daniel La Riva

En los años que tengo participando en el automovilismo nacional, pocas veces me llevo un sentimiento tan agradable como el que me traje este fin de semana de Ciudad Guayana, situación que me obliga a compartir estas palabras.

Es claro y conocido el conjunto de situaciones y oportunidades de mejora que existen en este entorno que llamamos automovilismo nacional, si nos sentamos a enumerar la cantidad de tareas pendientes que tenemos, pilotos, organizadores, dirigentes deportivos, clubes, asociaciones, regentes de autódromos, etc.  Estoy seguro que volveríamos a caer en la rutina y la diatriba que nos han aquejado por años, o podemos decidir hacer lo que hizo el equipo de Ciudad Guayana, trabajaron organizadamente, sin mezquindades ni ambiciones de protagonismo absurdas, trabajaron para remozar un autódromo que hoy por hoy es el mejor de Venezuela, trabajaron para su público, se esforzaron en alcanzar los mayores estándares de seguridad, el colegio de comisarios y el director de carreras fueron rigurosos en el cumplimiento de las normativas pero a la vez aliados de los pilotos en función de llevar a cabo el mejor evento de automovilismo de los últimos años, debo agradecer y resaltar este gran trabajo, la gran enseñanza de este fin de semana es que podemos dejar de dar vueltas en círculos buscando un protagonismo y ponernos a trabajar desinteresadamente por nuestro deporte y lograr grandes cosas, los problemas del automovilismo no se resolvieron a pesar de este gran evento, pero sí puedo decirles, que la vía ya fue señalada, es el trabajo desprendido, la organización y el trabajo en equipo, sin mezquindades ni apetencias personales y políticas, espero poder volver a correr pronto en Guayana para que correr siga siendo un gran placer y una gran pasión….