En los años que tengo
participando en el automovilismo nacional, pocas veces me llevo un sentimiento
tan agradable como el que me traje este fin de semana de Ciudad Guayana, situación
que me obliga a compartir estas palabras.
Es claro y conocido el conjunto de
situaciones y oportunidades de mejora que existen en este entorno que llamamos
automovilismo nacional, si nos sentamos a enumerar la cantidad de tareas
pendientes que tenemos, pilotos, organizadores, dirigentes deportivos, clubes,
asociaciones, regentes de autódromos, etc. Estoy seguro que volveríamos a caer en la
rutina y la diatriba que nos han aquejado por años, o podemos decidir hacer lo
que hizo el equipo de Ciudad Guayana, trabajaron organizadamente, sin
mezquindades ni ambiciones de protagonismo absurdas, trabajaron para remozar un
autódromo que hoy por hoy es el mejor de Venezuela, trabajaron para su público,
se esforzaron en alcanzar los mayores estándares de seguridad, el colegio de
comisarios y el director de carreras fueron rigurosos en el cumplimiento de las
normativas pero a la vez aliados de los pilotos en función de llevar a cabo el
mejor evento de automovilismo de los últimos años, debo agradecer y resaltar
este gran trabajo, la gran enseñanza de este fin de semana es que podemos dejar
de dar vueltas en círculos buscando un protagonismo y ponernos a trabajar
desinteresadamente por nuestro deporte y lograr grandes cosas, los problemas del
automovilismo no se resolvieron a pesar de este gran evento, pero sí puedo
decirles, que la vía ya fue señalada, es el trabajo desprendido, la organización y el trabajo en
equipo, sin mezquindades ni apetencias
personales y políticas, espero poder volver a correr pronto en Guayana para que
correr siga siendo un gran placer y una gran pasión….